Pasaron los cuartos de final y las semifinales y hoy
nos aprestamos a vivir la final de Sudáfrica 2010. Tanto tiempo
esperando y siente uno que todo pasó muy rápido. Poco fútbol, eso si
mucha emoción y la sensación de que se habló más de pulpos y vuvuzelas
que de revoluciones tácticas. Y al final, como suele pasar, llegan los 2
mejores y hoy Johannesburgo (y ojalá Nelson Mandela en persona) coronará
a un nuevo campeón. O la Holanda de Robben y Sneidjer, buscando que la
tercera sea la vencida. O la nueva España, diseñada por Luis Aragonés y
continuada por Vicente Del Bosque, que pretende el broche de oro a un
ciclo brillante de 4 años en su primera final del mundo. Sea quién sea,
será un nuevo campeón del mundo y un nuevo miembro del G-8 del fútbol
mundial. Y será el primer europeo que gane el título más allá de las
fronteras del Viejo Continente. Y otro dato curioso e impresionante:
será la primera vez en 19 finales que no esté en la definición del
título alguna de las 4 potencias, es decir Brasil, Alemania, Italia o
Argentina.
Holanda y España llegan hasta aquí, tras unos cuartos de final intensos,
que nos dejaron la frustración de pasar de una especie de Copa América
con 4 suramericanos entre los 8, a quedar sólo con uno, el Uruguay del
maestro Tabárez. Y lo cierto es que no hubiéramos tenido suramericanos
en semifinales, de no mediar la mano de Suárez contra Ghana, que
posibilitó los pénales y aquel cobro inolvidable del Loco Abreu. Los
otros 3 sudamericanos se fueron en circunstancias bien diferentes entre
sí: Brasil que iba viento en popa, rumbo al hexa y con una efectividad
aterradora, tuvo un P.T de dioses frente a Holanda y cuando todo
presagiaba un nuevo triunfo, un autogol dejó al equipo sin reacción y
los naranjas se montaron en el partido, siendo incluso corto el marcador
final de 2-1. Argentina cayó sin atenuantes ante una Mannschaft
inspirada, que dejó cara de tetracampeona. El partido se acabó en el
minuto 70 tras el segundo gol teutón y se demostró tristemente que los
gauchos no tenían ni equipo, ni DT con respuestas tácticas, sólo fervor
e individualidades. Y Paraguay cayó con dignidad tras botar un penal que
le hubiera cambiado el rumbo al juego y mostrando una gran defensa que
puso en jaque a España. Fue un cierre digno para un señor como Martino.
Las semifinales dejaron a cuatro equipos grandes en carrera, pero uno de
ellos absolutamente desacostumbrado a estas instancias como Uruguay y
que no figuraba en las cuentas de nadie, excepto las de Jorge Barraza,
quién siempre dio a la Celeste como “palo”. Holanda y Alemania llegaron
como 2 posibles candidatos pero que no estaban dentro del ramillete de
favoritos iniciales y con cara de repetir la final de 1.974. Y
finalmente España, por primera vez en 60 años entre los 4, y siendo el
único gran favorito que sobrevivió a este mundial impredecible.
Los partidos mostraron un Uruguay- Holanda de fuerzas dispares, pues los
naranjas pusieron las condiciones temprano y sólo el segundo gol charrúa
le dio algo de picante al tiempo adicional. Holanda mostró la solidez de
su juego y Uruguay, a pesar de todo, salió del juego con la frente en
alto, con un líder en el campo como Forlán y con la decencia de un tipo
“demasiado señor” como Tabárez, quién los devolvió a la palestra tras
años de ostracismo.
Al día siguiente vimos el mejor partido del campeonato hasta la fecha:
El remake de la final de la Euro 2008 entre España y Alemania, juego
signado por el pronóstico del famoso pulpo Paul, convertido en el
personaje del Mundial (junto a las vuvuzelas) y ahora literalmente en
boca de todo el mundo. A diferencia de la final de Viena, esta vez el
favorito era Alemania por su contundencia, con 8 goles recientes a 2
candidatos, pero Del Bosque estudió los problemas defensivos alemanes,
evidenciados ante Serbia y no les dio a los alemanes, los papayazos que
si les dieron Capello y Maradona. Resultado: Una demostración de
jerarquía de une quipo que reencontró su nivel y por momentos jugó como
el Barcelona, la confirmación de la reciente paternidad sobre los
teutones y un lento trabajo de demolición que llevó a un 1-0 que metió a
España en la final de un mundial por vez primera. Cabe destacar que en
un partido de este calibre, no hubo tarjetas, ni amarillas, ni rojas.
Algo digno de elogio en estos tiempos.
La final tiene por un lado a la Holanda de Bert Van Marwijk que busca
que el fútbol salde la deuda permanente que tiene con los naranjas.
Además es un equipo que como definiera César Luis Menotti, “cuando gana,
gana todo: prestigio, títulos, cotización, pero cuando pierde, sólo
pierde un partido de fútbol” Así la primera generación, la de Cruyff,
Rensenbrink y Neeskens, la “Naranja Mecánica”, llegó a 2 finales con su
Fútbol total y las perdió, pero dejó una escuela en muchas partes,
incluida España y más exactamente Barcelona. La segunda generación, la
de Van Basten, Rijkaard y Gullit lograron el único título, la Euro
1.988. La tercera, la de Hiddink en el banco y Bergkamp y Kluivert en la
cancha, llegó a semifinales en Francia 98, pero dejó la sensación de que
merecían más. Y esta cuarta generación fue gestada por Van Basten como
técnico, haciendo una gran Euro 2.008 y fue afinada por Van Marwijk
ganando todos los partidos clasificatorios y hasta ahora con marcha
perfecta en Sudáfrica. No es la “Naranja Mecánica” de Cruyff , pero es
un equipo sólido y el más equilibrado del campeonato, al que no le sobra
nada, con un Van Bommel que reparte zapato que da miedo y un Van
Bronckhorst muy cumplidor, y con 2 jugadores superlativos: Robben y
Sneidjer. Ha sido el equipo más regular y un justo finalista.
Al frente está España con un técnico ganador como Del Bosque que sabe
manejar grupos y que supo coger la posta de Aragonés, el DT de la Euro
2008, quién ya traía un trabajo de más de 4 años y definió un estilo. El
equipo ha sido, junto a Brasil, el mejor en estos 2 años y llegó como
favorito al Mundial. La derrota ante Suiza es la única mancha, pero
tiene el gran mérito de haber superado esto y subir en plena competencia
y además puede convertirse en el cuarto equipo en ganar el Mundial sin
quedar invicto. Tras el tropezón, el equipo siguió sin mucho brillo,
pasando las fases con lo justo, hasta llegar a la obra maestra de la
semifinal contra Alemania, partido en que volvió la España de la Euro y
mostró categoría de campeón. Por momentos, esta España, con 7 titulares
del Barca, nos recuerda al equipo culé de Guardiola, con Piqué y Puyol
en defensa, 2 grandes jugadores como Xavi Hernández e Iniesta en el
medio, hilvanando juego y un delantero en racha como Villa, más la
seguridad de Casillas en el arco. La Furia roja llega “in crescendo” y
como clara favorita a la final.
Veremos si la presión del favoritismo no hace mella y la Copa se va a la
Madre Patria. O si Holanda mantiene la solidez y el equilibrio y salda
la deuda de la historia con la Oranje. Por ahora el pulpo dice que la
Copa viajará a Madrid. Pero el Soccer City es más que una pecera de
zoológico y esperamos que Sudáfrica 2010 tenga un cierre mejor que su
desarrollo. Por lo menos hay 2 equipos que tratan bien a Jabulani,
siempre buscan el arco rival y tienen hambre de gloria. En todo caso, ya
ganó Europa. Y hoy el mundo tendrá un nuevo miembro del G-8. Enhorabuena
matador!
Germán E. Ocampo
Cali, Julio 11 de 2.010 |